La Red Española de Ciudades por la Bicicleta fue una de las organizaciones que participó en el pasado Foro de las Ciudades Ifema-Diálogos Medellín, celebrado en la ciudad colombiana en el de junio. Nacho Tomás (primero por la derecha en la foto), secretario técnico de la Red, intervino con dos ponencias es este evento. Ahora, nos traslada sus principales conclusiones sobre su participación en esta primera edición iberoamericana del Foro de las Ciudades de Ifema.
A nadie se le escapa el reto que tienen por delante las ciudades de todo el mundo. El desarrollo exponencial a todos los niveles de los últimos años nos ha traído multitud de ventajas que afectan positivamente a los habitantes, aunque también han llegado nuevas situaciones que suponen un interesante desafío. Los gobernantes actuales tienen en su mano pasar a la historia como los primeros que fueron capaces de crecer sosteniblemente. Algo que no es ni mucho menos sencillo, pero tampoco imposible. Las ciudades necesitan políticos valientes que se enfrenten a esta nueva urbe, repleta de oportunidades.
Gracias al Foro de las Ciudades de Ifema celebrado en Medellín pudimos poner encima de la mesa, de la mano de multitud de expertos internacionales, algunas de estas problemáticas. Desde el papel que me toca, como responsable de la Red Española de Ciudades por la Bicicleta, estas son los motivos para lanzarse a pedalear como herramienta de cambio y mejora del panorama que ante nuestros ojos comienza a vislumbrarse en estos preciosos lugares en los que vivimos:
• Las bicicletas son el medio de transporte más eficiente en las distancias cortas, entre 3 y 6 kilómetros, dichos trayectos son normalmente los más repetidos entre los hogares y el lugar de trabajo en ciudades de todo el planeta.
• Para ello necesitamos el compromiso de los políticos de cara a obtener ciudades 100% ciclables en las que sea tan sencillo llegar a cualquier punto de la misma en bici como en transporte privado motorizado.
• Pero de nada servirá el impulso de los modos de transporte activos y no motorizados si esto no supone reducir el número de coches o se afecta negativamente al espacio destinado al peatón.
• Se hace imprescindible fomentar la intermodalidad de la bicicleta con el resto de los transportes urbanos, a través de aparcamientos seguros en los nodos y estaciones: metro, tranvía, tren, autobús o metrocable.
• Un cambio de paradigma como el que nos planteamos debe originarse en la infancia, por tanto la educación vial debe ser obligatoria en las escuelas, pero no enfocada únicamente a saber conducir/circular, sino a valorar la movilidad sostenible en su conjunto, paralizando el uso indiscriminado del coche/moto, fomentando la movilidad cotidiana en bicicleta.
• En un entorno como este, en el que cada día aumenta el comercio electrónico, no podemos olvidar la distribución urbana de mercancías en bicicleta, en unos cascos urbanos que deberían ser completamente libres de emisiones.
Al fin y al cabo es una cuestión de salud, la contaminación nos está matando.
¿Sabías además que la bicicleta ayuda a conseguir 12 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Mundiales, que la ONU lanzó como Agenda 2030?
Acabo con una reflexión: siempre que una ciudad comienza a sufrir atascos de coches, algo que al final acaba sucediendo antes o después, la primera solución que se contempla es la de ampliar el número de carriles en calzada, lo cual acabará desembocando irremediablemente en más atascos y además más grandes. En cambio, si echamos un ojo a los centros urbanos, es habitual encontrarnos con aceras completamente abarrotadas de personas que deben ajustarse a un espacio escaso, compartido con terrazas de restaurantes, mobiliario urbano, señalización, farolas, cabinas telefónicas, motos aparcadas o postes de publicidad…
Y nunca vi a nadie plantearse ampliar estas aceras.
Nacho Tomás
secretario técnico de la Red Española de Ciudades por la Bicicleta
